La verdad
que cuando se comienza en algo nuevo trato de saber algunos detalles,
preguntarme y responderme a medida de mis inquietudes.
Preguntarme
el motivo de atracción de este mundillo solo me llevo a la real y certera conclusión
de ser un caliente empedernido, es cierto, a veces es necesario tener tu propio
espacio y asumir tu calentura. Este espacio es para esto, este espacio es el
lado más caliente que llevo en algún lugar recóndito de mí, me gusta el detalle
femenino, sus curvas, sus gestos, sus miradas, sus imperfecciones perfectas. ¿Habrá
algo más sensual que una mujer inteligente y caliente?.
Una noche descubrí,
asumiendo y recibiendo conceptos nuevos para mí, tales como cuckold, cornudo, Hotwife
y swinger que (como leí por ahí) padezco de una especie llamada mujerolatria;
me gustan todas las mujeres, todas tienen su sensualidad, a tal punto que mirar
una mujer en la calle bien vestida, bien pintada y sensual me hace el día más
feliz, camino con más energía. Así que decidí averiguar qué tan normal es, y la
verdad es que al parecer lo es, lo que de cierta manera me deja un poco más
tranquilo con mi calentura.
Esa noche
me encontré con un personaje de nombre Giges, hasta antes de esa noche su nombre
no me sonaba a nada. Leyendo un texto de Heródoto descubrí y sentí una
similitud con aquel personaje. El breve texto me condujo a una personificación
ficticia, y caramba que me sentí identificado.
Aquellos
conceptos de búsqueda me llevaron a un breve texto de Heródoto, lo dejo en este
espacio, mi espacio y mi lado más caliente, después de todo algo de cultura
hace bien, sobre todo si viene mezclado con algo de calentura.
El nombre
proviene de un relato, extraído de las Historias de Heródoto, acerca de
Candaules (del cual proviene el término «candaulismo»), rey de Lidia del siglo
VIII a.C. que mostró en secreto a su mujer desnuda a su guardaespaldas, Giges.
Candaules,
también conocido como Mirsilo, fue el vigesimoquinto rey de Lidia y el vigesimosegundo
y último rey de la dinastía de los Heráclidas. Sucesor de Mirso, reinó entre el
733 y el 716 a.C.
Según las
Historias de Heródoto, Candaules se jactó de la increíble belleza de su mujer
ante Giges, su guardaespaldas predilecto.
Candaules le
dijo: «Giges, me parece que no me crees cuando te hablo de la belleza de mi
mujer: y es que, para los hombres, los oídos son más traicioneros que los ojos,
así que tienes que verla desnuda».
Giges fue el
comienzo, el comienzo de una atracción hacia toda mujer. Después de esto, Giges
toma sentido y pretendo en su memoria, hacer de esta historia una historia
actual.